PARÍS.- Triunfó y pasó de ronda, pero no de la mejor manera. El esfuerzo fue más de lo esperado, las horas en cancha también y el vendaje en su rodilla izquierda es cada vez más grande. Juan Martín del Potro tuvo que trabajar tres horas y 39 minutos para clasificarse a la tercera ronda de Roland Garros al eliminar al local Edouard Roger-Vasselin por 6-7 (7-3), 7-6 (7-5), 6-4 y 6-4.
"Trato de no pensar en la rodilla, de jugar bien agresivo y ofensivo todo el tiempo, así puedo dominar el partido y no sentirme mal. Después de este torneo pararé y veré cómo sigo", apuntó el N° 9 del mundo. Según él, pese a sus sensaciones, el panorama es optimista. "Lo que me están diciendo acá es que no puede empeorar y que no es grave", confió "La Torre" sobre la lesión que arrastra desde la primera semana de mayo.
"Es una molestia que justamente me molesta. Trato de jugar sin pensar en ello, de hacerlo lo mejor que pueda con mi tenis. Molesta en algunos tiros más que en otros. Cuando más se siente es en los apoyos", detalló. Con esas sensaciones es lógico que Del Potro busque la brevedad de los puntos, algo que intentó encontrar ante Vasselin. "La cabeza siempre está fría y positiva para luchar, pero necesito que los puntos no sean muy largos para no tener que correr", confesó ante los numerosos periodistas presentes en su conferencia de prensa.
Del Potro se medirá con el croata Marin Cilic mañana. "Tiene un juego muy parecido al mío. Ataca mucho, tiene un buen saque y es peligroso. Tiene un gran nivel y un gran potencial", analizó a su próximo rival, ante el que tiene ventaja de 6 a 3. Horacio Zeballos, por su parte, cayó ante el sudafricano Kevin Anderson por 6-3, 3-6, 6-3 y 6-0.
Hoy se presentarán tres argentinos en la segunda ronda del torneo parisino. El primero será Juan Mónaco que, desde las 6, enfrentará al checo Lukas Rosol. Leonardo Mayer y Eduardo Schwank deberán jugar con los complicados alemanes Philipp Kohlschreiber y Florian Mayer, respectivamente, cerca de las 10. (Télam-Especial)